Al igual que con cualquier aspecto de la atención médica, es importante saber si la paciente está o podría estar embarazada. El embarazo, por ejemplo, podría explicar ciertos síntomas o resultados. Cuando una paciente embarazada está enferma o lesionada, el médico selecciona los medicamentos con cuidado para evitar posibles peligros para el feto. Lo mismo ocurre con los rayos X.
Si bien la gran mayoría de los exámenes radiológicos no son un riesgo para el feto en desarrollo, podría haber una pequeña probabilidad de que causen una enfermedad grave u otra complicación. El riesgo depende de la etapa del embarazo y del tipo de rayos X. Los estudios de ultrasonido, por ejemplo, no usan rayos X, y nunca se ha demostrado que tengan potencial de ser peligrosos para el embarazo. Los estudios radiológicos de la cabeza, brazos, piernas y tórax en general no exponen directamente al bebé a los rayos X, y típicamente el tecnólogo que hace el examen toma precauciones especiales para asegurar que el bebé de la paciente embarazada no quede expuesto directamente.
No comments:
Post a Comment